LA VIDA PIRATA - T11 - [NOTICIA ESPECIAL 1] ( 829 PALABRAS) Invierno

El Rayo, al abordaje de Primera

Tras caer al pozo durante la temporada anterior, el Rayo Vallecano decidió cambiar de manager para devolver al club a la categoría que se merece y de la que nunca debió ser desterrado.


Este año es diferente. Es una categoría difícil, con equipos muy físicos, con gran pegada y las ideas muy claras. Sin embargo, en el estadio de Vallecas todos se muestran optimistas. Y cautos. Saben que volver a Primera División no es cosa de un solo día y que se trata de hacerlo paso a paso. Lo primero es construir un nuevo plantel acorde al estilo de juego del nuevo manager. Después, conseguido lo primero, ya vendrán los triunfos.


Para ello, el Rayo Vallecano decidió en verano mantener a la espina dorsal de su equipo: Szczesny continúa siendo un seguro bajo los palos, en el centro de la zaga sigue mandando Pepe junto a Umtiti (que pese a la marcha de Martín Cáceres no ha perdido contundencia), Tiago y Lallana siguen ejerciendo en la medular y, por supuesto, el Kun Agüero hace de estandarte del equipo en la punta de ataque un año más, tras haber preferido quedarse cerca de su afición en lugar de jugar en la máxima categoría.


Los refuerzos fueron pocos, principalmente para reemplazar a los jugadores que prefirieron abandonar el barco justo cuando se estaba hundiendo. La idea era preparar un sistema económico estable a largo plazo. Al llenarse las arcas del club con la salida de Cáceres, el Rayo decidió hacer un esfuerzo por fichar a un jugador de clase mundial y veteranía suficiente para cambiar la mentalidad del equipo. Phillip Lahm llegó con un contrato de estrella sabiendo que este podría ser su último gran año, pero con la ventaja de disfrutar de muchos minutos como titular debido a su polivalencia. N’Zogbia vino para suplir a Stocker, gran jugador que quería crecer fuera de Vallecas. El club se desprendió de él a la espera de que vuelva en un futuro, pero necesitaba atar a un lanzador de faltas que pudiera jugar en la posición del suizo. Tras peinar el mercado quedó claro que el francés no suponía un gran desembolso para el cometido que se le había buscado, aunque con el paso de las jornadas ha ido perdiendo galones. Morrison no tenía minutos y con la llegada de Lahm su salida era inminente. Se le buscó un club donde tuviera oportunidades y a cambio se consiguió a Hangeland, un defensa fuerte y experimentado que cada vez que ha salido desde el banquillo se ha convertido en un muro infranqueable. Por último, Forlán no daba el nivel a su edad para permanecer en el club, por lo que el Rayo buscó un delantero a coste cero que pudiera hacer olvidar al delantero charrúa. Ese fue Necid. Otro acierto. Un plan B para desatascar partidos con su gran altura y su buen disparo. Una torre que aguanta los balones de espaldas, baja los altos y cabecea los imposibles.


Es verdad que aún no se ha dado con la tecla para ponerse en los puestos altos de la tabla clasificatoria, pero en esta plantilla prima la competencia de los suplentes. Fanni y Opare alternan el lateral derecho con tanta frecuencia como el portero rival se cambia de calzoncillos cuando Agüero pisa el área. N’ Zogbia hace lo propio con Harnik, al igual que Óliver Torres con Ya Konan. Y cuando el partido está cuesta arriba, el manager franjirrojo no duda en sacrificar a Lallana por Necid en busca de potenciar la ofensiva rayista. Quizá Tshimanga, Anderson y Mounier no cuenten mucho para el entrenador en estos momentos, pero cuando lleguen las lesiones y la fatiga acumulada de los partidos entrarán en juego, al igual que Joel Robles.


La temporada ha comenzado con muchos altibajos, con resultados de todos los colores (incluida la eliminación de la Copa del Rey en primera ronda) en los que sólo un factor ha significado una constante: Agüero. Salvo en los tres partidos que vio desde la grada, el Kun ha cuajado grandes actuaciones siendo un completo incordio para las defensas rivales. Es por eso que ha marcado en casi todos los partidos que ha disputado, convirtiendo el pasen y vean en un pasen, vean, pónganse de pie y aplaudan.


Si a principio de temporada la lluvia de ofertas hacían dudar de su continuidad en el equipo, es ahora cuando más claro está que se debía hacer un esfuerzo por retener al atacante argentino al menos una temporada más. Se ha ganado a su afición con esfuerzo y goles.


Falta mucho para que acabe la temporada para hacer balance de si las cosas se han hecho bien o mal y aún hay que ver cómo se refuerza la competencia de cara al mercado de invierno, pero esta plantilla sigue soñando con volver a la Primera División. Ya tiene el equipo y las ganas. Con un poco de suerte, pronto veremos al Rayo Vallecano compitiendo otra vez en la máxima categoría.